El tiempo pasa tan silenciosamente que muchas veces no nos damos cuenta del ruido que provocamos con la realización de algunos hechos que han marcado culturalmente nuestra historia.
Mirar de otra manera, a algo que vemos todos los días sin ver, nos impone un sentimiento de malestar ante el mundo que nos rodea.
Algunas de estas obras forman parte de nuestra vida, nos acompañan a lo largo de los años, y ciertamente ya se confunden con el diseño de la propia institución.
Sacamos las obras de sus lugares habituales de exposición y “nuestros” sienten el vacío de su compañía diaria.
Es bueno envejecer envuelto en estos trabajos. La terapia de lo imaginario penetra en la mente (in)conscientemente y dura sin fin.
Todos los artistas expuestos tendrán sin duda un lugar destacado en cualquier galería de arte, por lo que la lógica que subyace a esta exposición sólo se desprende del hecho de que se trata de una colección de la Fundación.
Queda, pues, una palabra de gran aprecio y agradecimiento a todos los artistas expuestos, cada caso ciertamente justificaría una palabra diferente, pero por el bien de nuestros ojos que quieren ver más allá de lo que el ojo puede mostrar, muchas gracias.

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João Palmeiro (Presidente del Consejo de Administración de FNSE)